Un Sistema de Gestión Ambiental (EMS) ayuda a una organización a abordar sus demandas regulatorias de manera sistemática y rentable. Este enfoque proactivo puede ayudar a reducir el riesgo de incumplimiento y mejorar las prácticas de salud y seguridad para los empleados y el público. Un EMS también puede ayudar a abordar cuestiones no reguladas, como la conservación de energía, y puede promover un control operativo y una gestión de los empleados más sólidos.